Se trata de una exploración del esófago, el estómago y el duodeno a través de la boca, mediante un endoscopio. Este es un instrumento flexible en forma de tubo, terminado en una lente y una cámara, las imágenes se transfieren a un monitor para ser analizadas o almacenadas; permite detectar enfermedades de esos órganos, tomar muestras y aplicar tratamientos.